lunes, 14 de enero de 2013

NO HAY QUIEN LOS PARE

Ramón Ferreyros y Daniel Mas cumplieron una de las etapas más consistentes de todo el Dakar. Sobre terreno que les acomoda, destacaron con la Proto Gildemeister con solidez



Cada día más el equipo se va afianzando en la búsqueda del mejor resultado dentro de la 35 edición del Rally Dakar. Tomando apunte que es un equipo totalmente debutante en el off-road, no así en las esferas del rally mundial, Gildemeister-DMAS Competición ha demostrado una cohesión de grupo en pos de la meta en La Moneda que se va cumpliendo a cada kilómetro de carrera. Es como una Torre de Babel. O más que eso, la cohesión de profesionales de distintas nacionalidades. En busca de los mejores: chilenos, peruanos, argentinos, belgas, franceses. Lo último, lo aporta la asesoría de Overdrive, fabricante de las camionetas, el equipo más grande y poderoso del Dakar, que cuenta entre sus filas, a nada menos que Ginel De Villiers, campeón del Dakar 2009.
Es por eso que en cada etapa la exigencia es mayor, y al llegar a un campamento, las  camionetas son desarmadas miniciosamente, ya sea para arreglos, o por alguna mantención programada. Es que nada se deja al azar. El futuro del equipo es explorar de lleno en el Cross Country, ya sea a nivel sudamericano, y mundial. Estos cinco párrafos escritos entonces no son
casualidad: en la especial que unía Salta con Tucumán, ambos pilotos cumplieron una  destacada actuación, en la posición 38º de Ferreyros y 40º de Mas, separados por muy poco. Y a un promedio de 15 minutos detrás del qatarí, Nasser Al-Attiyah.
Sin embargo, la especial se suspendió por el inesperado desborde de un río, que hizo imposible que los autos pasaran. Justo para unos, injusto para otros, la organización decidió asignarles el tiempo de Peterhansel desde el 5º hacia atrás, y la declaró por suspendida.
Pero, en la retina quedó la alegría y el dulce sabor de que cada vez más ambas tripulaciones van por cosas mayores.

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